jueves, 11 de febrero de 2010
Un matrimonio vive una situación de monotonía y desamor, donde el principal afectado es su pequeño hijo Juliancito, el cual ve a sus padres en una lucha interminable. Los insultos pasan a los golpes, a la disputa legal, la patria potestad, las demandas y un sin fin de situaciones que complican más la relación entre ambos, dejando como mensaje que las heridas que se quedan en el corazón tardan más tiempo en sanar que los golpes físicos, y aún cuando esto sucede, siempre queda una huella imborrable.
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