sigue de cerca dos historias: la de Sandro, un chico que en 1993, con 10 años, vio a su madre siendo asesinada y decidió vivir vagando por las calles de Copacabana; y la historia de Marisa, una mujer que diez años antes tuvo que entregar a su bebé al Jefe de la Mafia local y busca reencontrarse con su hijo. Las 2 historias van a cruzarse gracias a la aparición de Sandro (quien a esta altura es conocido como Ale) en un programa de TV que sigue la vida de niños de las favelas. Sandro se hará pasar por el hijo de Marisa, aunque las relaciones con ella y su marido van a complicarse a causa del estilo de vida de Sandro, quien además de drogarse, robar y ser violento se relaciona con una prostituta y un amigo y socio de robos también llamado Alessandro que fue criado por la mafia y no es un ejemplo de vida a seguir. Las peleas, las drogas, los engaños y las relaciones entre los personajes conducen a Sandro a tomarse el ómnibus de la línea 174, el cual será, el escenario final de su destino...